Dos años después...

Después de 2 años he decidido publicar una nueva entrada en mi blog, como una persona más madura, que ha aprendido mucho en este efímero lapso.

No es momento de quejas y reproches, sin embargo deseo compartir una verdad acerca de mi ser que lleva meses atormentándome día a día, pues ha cambiado mi forma de ser, muchas personas consideran lo diferente como extraño, lo extraño como raro y confunden la rareza con la locura, la cual ha tomado un nuevo significado en la era moderna siendo vista como un síntoma para el desarrollo creativo de un ser, es decir, se requiere de locura dentro de una estructura neurótica para lograr la producción creativa; Yo he cambiado, soy diferente y sin embargo no estoy loco, me he vuelto más reservado y solo confío en un grupo muy selecto de personas, si no conozco a alguien, rara vez me esfuerzo por intentar hacerlo, ya que simplemente me alejo o no le dirijo la palabra a dicha persona. He desbalanceado mis áreas de desarrollo y mis aptitudes se han desviado a un solo punto; Solo analizo personas, todo el tiempo y a todas horas, hago un prejuicio que la mayoría de las veces resulta ser cierto, me he vuelto muy bueno analizando el movimiento corporal de las personas y eso me ha convertido una persona manipuladora, se cuando la gente trata de manipularme o usarme, a veces les sigo el juego con la finalidad de continuar un análisis puro de su personalidad, sin embargo, se ha convertido en un vicio incontrolable, pues mis prejuicios me alejan de las personas antes de intentar una conversión en el ser a través de la comunicación persuasiva, es decir, mi forma de manipular es sencilla, pues desde antes de iniciar un proceso sé que este será exitoso y justo ahí es donde radica mi problema, me he vuelto en una persona cobarde, incapaz de arriesgarse con y para la sociedad, esto me ha causado varios conflictos con amigos, familia, mujeres, etc. Ya que sólo busco donde sé que encontraré algo, es como querer un cigarro y buscar dentro de una cajetilla de cigarros, sabes que estará ahí, pero tarde o temprano terminará por acabarse y se requerirá otra cajetilla por un solo cigarro, lo cual genera un gasto innecesario teniendo la posibilidad de pedírselo a alguien, el cual podría responder incluso de forma negativa a la solicitud, pero entre un mar de gente existirán muchos otros personajes dispuestos a otorgar un solo cigarro, la cuestión es eliminar el prejuicio por verdadero que este pudiera llegar a ser y darme la oportunidad de pedir un solo cigarro sin comprar una nueva cajetilla.